lunes, 15 de agosto de 2011

Un poco de mí...

Me pidieron que escribiera una pequeña reseña sobre mi vida, cuando fui a cantar en el Retiro de Mujeres de AFEC... y esto es lo que salió!



Nací en la ciudad de Alicante, un 6 de septiembre de 1965. Tuvieron que provocarle el parto a mi madre, porque casi cumplía los 10 meses de embarazo… debe ser por eso que soy tan lenta haciéndolo todo!!!
Crecí en una familia cristiana.
Mis padres conocieron al Señor cuando yo tenía cuatro años, por lo que toda mi niñez trascurrió entre los bancos de la iglesia. Teníamos culto casi cada día en distintos pueblos de la provincia de Alicante, y me recuerdo haciendo los deberes en las últimas sillas de la iglesia, mientras oía de fondo predicaciones, oraciones y alabanzas.
Recuerdo mi emoción al cantar coritos como "Que bonito es cantar al Señor" o "Somos un pequeño pueblo muy feliz" (gracias a Dios nuestra visión se ha extendido para ser “un gran pueblo muy feliz”).
Disfrutaba con las historias de Noé, Jonás, José y sus hermanos, etc., y me fascinaban los muñecos de papel que la profesora pegaba en la pizarra de franela para explicar la lección.
Mis padres han entregado toda su vida a amar y servir a Dios, y su ejemplo ha marcado toda mi vida.
Mi madre tiene una voz muy bonita y siempre ha cantado en todas las iglesias donde han pastoreado. Cuando ella cantaba, yo le hacía las segundas voces desde que era muy niña.
Me regalaron mi primera guitarra a los nueve años, y aprendí mis tres primeros acordes, que rápido apliqué a la canción: "Jesús, Jesús, Jesús… es el nombre que mi corazón ama" (¿os acordáis de ella?). Era la única que sabía tocar durante semanas, así que en la iglesia la cantamos una y otra vez.
Mis padres intentaron que estudiara guitarra, solfeo, piano,… pero siempre he sido una indisciplinada, por lo que lo único que desarrollé fue oído musical.
Durante años, mis padres pastoreaban varias iglesias a la vez, y algunas de ellas eran de Filadelfia (de hecho, fueron fundadores de la iglesia gitana en Alicante). Creo que de ahí me viene un fuerte "ramalazo" flamenco.
Cuando tenía quince años, vinimos a vivir a la ciudad de Barcelona, donde seguimos hasta el día de hoy.
En el 1987, me casé con un californiano por el que daré gracias a Dios toda mi vida.
Un año después, nació nuestra hija Rebeca, que murió siete días después de nacer. Entonces viví la gran crisis de fé de mi vida, de la que sólo pude salir por el amor, la gracia y la misericordia de Dios.
Tuve que entregarlo todo a Él, y decidir que Él era el Dueño de mi vida.
Hoy le agradezco que tiene a Rebeca en Sus Brazos y que un día los veré a los dos.


1 comentario:

  1. ¡No sabía todas estas cosas de ti...!
    Te he visto siempre (desde pequeña) en diferentes sitios, y siempre me parecía "Wow", Rosana... ¡qué respeto me imponías! Pero aunque no nos vemos mucho, al leer sobre ti y charlar alguna vez, siento que te conozco un poco más, y mola.
    :)

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