miércoles, 25 de enero de 2012

MI NUEVO ABRIGO AZUL CELESTE

No he sido muy buena estos días. De hecho, no suelo serlo, pero estos días me he superado. Subida en un Dragón Khan emocional, he dejado que mi corazón se llenara de sentimientos nocivos… y que por mi boca salieran sapos y culebras O_O

Por lo tanto, me costaba ir al Señor en oración… Imaginaba que Él no estaba muy contento conmigo… Pero necesitaba tanto hablar con Él!... Es imposible caminar sin ir cogida de Su mano, contándole los mil y un acontecimientos de la vida!… Necesitaba correr a sus brazos, decirle cuánto sentía haberle ofendido, y llorar abrazada a Él… dejando que sus manos me acariciaran el pelo…

Leí y releí y volví a releer el Salmo 51 en voz alta, entre lágrimas y sollozos… No sé cuántas veces he hecho esto a lo largo de mi vida… he perdido la cuenta!

Después de sentir su gracia y su perdón inundándome, sabía que ya todo estaba bien… Podía imaginar su sonrisa… Me gusta imaginar que toma mi rostro entre sus manos, y apoya su frente en la mía… Es mi momento favorito… Él había aceptado mis disculpas, y ahora los dos estábamos inmensamente felices… Pero lo que nunca imaginé es que encima me haría un regalo…

Tengo una amiga que tiene un maravilloso abrigo de piel, azul celeste. Fue un regalo de su esposo. El día que se lo vi puesto me pareció el abrigo más bonito que había visto en mi vida…

Siempre pensé pedírselo un día prestado, cuando ya el abrigo estuviera viejecito.

Lo cierto es que sólo usó su abrigo de ensueño una vez… Comenzó a ganar algo de peso (aunque no está gorda – está estupenda!) y el abrigo se quedó guardado en el olvido… menos en mi olvido!… yo siempre pensé en él!... Y Él lo sabía…

Hoy la vi sentada unos bancos delante de mí en la iglesia, y pensé: Le voy a pedir que me preste el abrigo azul celeste un día (vaya cosas que pienso yo en los cultos :S)… Inmediatamente supé que Dios sabía mi deseo, y que Él se ocuparía de que algún día lo pudiera llevar.

Terminó el culto y ella vino corriendo hacia mí, diciendo que quería hablar conmigo…

-    Tengo un abrigo de piel, azul celeste, que me regaló mi marido.
-    Lo sé. Conozco ese abrigo. (Ella me miró sorprendidísima O_O)
-    Sólo me lo he puesto una vez, pero ya no me cabe, y a ti te quedaría precioso. ¿Llevarías un abrigo de ese color?! (Lo dudaba!)
-    Me encanta ese abrigo. Te lo iba a pedir prestado algún día.
-    Pues es tuyo! Te lo traigo el viernes.

Yo no sabía si reir, llorar,… Sentía como si el Señor me guiñara un ojo, y me dijera:

-    Sabía que te encantaba! Ahora es tuyo. Porque te quiero.

Perdonada?! Más que perdonada… Amada… Y mimada!!!

Aún estoy que no me lo creo!!! Pondré una foto con el maravilloso abrigo azul celeste que me ha regalado el Señor! ^^

2 comentarios:

  1. ¡Vaya puntazos que tiene el Señor!! :D
    Estoy impaciente por ver el abrigo! :)

    ResponderEliminar
  2. Ya te digo! Siempre puede sorprendernos... UN POCO MAS!!!!
    Este fin de semana (que ya lo tendré!) me hago una foto, y la cuelgo! :D Ya verás que maravillaaaaaa ^^

    ResponderEliminar