Dos amigas iban a preparar una fiesta sorpresa de cumpleaños. Ambas se reúnen entusiasmadísimas. Cada una tenía un montón de planes para contar a la otra en cuanto a la fiesta. De repente, una lee toda la lista de cosas de las que ella misma se iba a ocupar, y le dice a la otra:
- Tú traes los vasos.
La otra se queda como:
- Los vasos?... Sólo los vasos?... vale… (dice con decepción)
Seguidamente se ve la fiesta de cumpleaños donde, "la encargada de los vasos", había preparado: guirnaldas hechas con vasos de colores, gorros hechos con vasos de colores… además de haber organizado una mesa con todos los vasos fantásticamente colocados por colores, formando una maravillosa decoración.
Me encantó la historia! Se le encargó una sola tarea, y no parecía tan sofisticada como encargar la decoración del pastel y de la sala, pero… desde luego, supo invertir con diligencia en su trabajo.
El Señor nos ha encargado a todos una labor… o varias. Las hay más "supuestamente" sofisticadas o menos sofisticadas, más reconocidas o menos reconocidas, más notorias o menos notorias. A algunos se les habrá encomendado un talento en el que invertir, a otros 5, a otros 10… Lo importante es que en el trabajo que se nos ha encargado, invirtamos con entusiasmo, trabajo, oración… Seguro que podremos sentir la sonrisa de satisfacción del Señor. Y los frutos serán de gran bendición.
De paso, aquí os dejo unas ideas maravillosas para vuestras decoraciones con vasos!!!
Maravillosas ideas y fenomenal reflexión...
ResponderEliminarGracias :)
ResponderEliminar