miércoles, 28 de septiembre de 2011

SENTIMIENTOS EN CLAVE DE SOL

Tenía 9 años cuando mi abuela Paquita me regaló mi primera guitarra.

Me apuntaron a clases de guitarra (también de solfeo). Mis padres querían que estuviera bien preparada. Pero el hacer aburridos ejercicios en casa no era lo mío. Yo quería tocar y cantar YA! (sigo siendo así… :S)

Aprendí los acordes básicos (que son los que aún toco :S), y los apliqué por primera vez a un corito de la época:

Jesús, Jesús, Jesús
Es el Nombre que mi corazón ama
Que mi lengua proclama
Es tu Nombre Jesús
Es el Nombre de un pueblo redimido
Que canta agradecido
A tu Nombre Jesús

Así que me fui con mi flamante guitarra española al culto y lo toqué allí, sintiéndome orgullosísima de mi “composición”. Era la única que podía tocar por un tiempo…

Fueron pasando los años, y allí seguía yo, poniéndole acordes a las canciones que se cantaban en la iglesia, y acompañando como podía.

Mi madre tenía una voz muy bonita, y siempre cantaba cuando se hacían campañas, en carpas que se montaban en Alicante; o en las iglesias que pastoreaban o que visitaban. Así que yo la acompañaba con mi inseparable guitarra, y hasta le hacía las segundas voces. Por este entonces tendría los 11, 12 o 13 años. Y esto fue así por años.

Tenía 15 años cuando le ofrecieron a mi padre el pastorear una iglesia en Barcelona, y supieron que Dios nos llevaba allí. Ya había un grupo de guitarristas en la iglesia (que era casi el único instrumento que se tocaba entonces en muchas iglesias) y me uní a ellos como aprendiza. Les seguía con los ritmos y los acordes… y me solté mucho! :D

Con el curso de la vida, los guitarristas se casaban, tenían hijos, trabajos… La vida iba cambiando y se iban cerrando etapas para todos, y abriendo otras nuevas. Pero yo seguía allí… y allí sigo 37 años después… haciendo lo mismo.

No sé si es bueno, malo o regular… pero no puedo decir que mi servicio ha cambiado mucho.

En el año 2006 tuve la oportunidad de grabar un cd. No es algo que me hiciera ilusión, ni busqué, ni me había planteado. Simplemente una hermana me regaló una cantidad importante de dinero para que lo grabara… y lo grabé!

No puedo decir que fue un trabajo de una excelente calidad. Aunque lo hicimos lo mejor que pudimos o que supimos. Nos esforzamos mucho. Fue duro. Grabé casi todo el cd afónica… Esta es la historia de mi vida musical… Siempre afónica!

Tampoco los vendí todos… Regalé casi la mitad… Lo que tanto a Kevin como a mí nos interesaba es que el Mensaje del Evangelio, plasmado en ese trabajo, llegara al máximo número de personas. De hecho, nada más salir a la venta, pedí a mi hermano Juanjo que lo colgara en el eMule para que la gente se lo pudiera descargar. Por eso, ahora que ya no me quedan, animamos a la gente que lo tiene a que lo graben y lo regalen. El Evangelio tiene que correr de todas las maneras posibles.

Los que se vendieron no fue de la noche a la mañana. Sin distribuidora ni nada que se le parezca, todo depende de ti… y yo no soy muy buena para esto… :/

Sigo sirviendo… haciendo lo mismo. Con muchas limitaciones y carencias… Con músicos o sola, sana o enferma, con voz o afónica, alegre o con el corazón roto, valorada y alabada o despreciada y aún burlada, apoyada o con oposición… No soy ni muy buena, ni muy famosa, ni tengo el talento más valioso… pero sí el más Valioso Señor al que servir. Como dijo una buena sierva de Dios, Ana Gimenez, predicando el otro día, sólo soy una “curranta”… Que identificada me sentí con esa definición… Se me llenaron los ojos de lágrimas… Aún lloro al recordarlo…

Y hoy que, 37 años después de esos mis 9 añitos y mi primer corito en la guitarra, me empiezo a preguntar si este ministerio ha llegado a su fin… si debo cerrar esta etapa de mi vida... pensé hacer un poco de balance… para llegar a la conclusión de que…

“Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.” (Lucas 17:10)

Y de que…

“he hecho todo lo que me ha venido a mano” (parafraseado) (Eclesiástes 9:10)

3 comentarios:

  1. No lo dejes nunca!!!!
    Las piedras cantarían....!!! Y prefiero oírte a ti, me bendice mucho mas!!

    ResponderEliminar
  2. Ah, dile a mi yerma que sólo tiene que tener una cuenta en google de correo y ya está, que siga después las instrucciones...

    ResponderEliminar
  3. Gracias por compartir con nosotros estos pensamientos. Me identifico mucho contigo. Tambien a los 9 años, eso creo, mi papá puso una guitarra en mis manos y a los 12 pudieron apuntarme a piano, siempre con la motivacion del servicio a Dios en la alabanza. Aprendí lo justo para acompañar y siempre, siempre, me acordaré de una de las primeras veces que toqué el piano en un culto, un piano viejo y un poco desafinado. El lugar, un localito en Pintor Gisbert y el pastor, tu papá...despues de muchos años y de pensar que mi tiempo en la musica habia terminado, vuelvo a estar en un piano, un poco desafinado, pero gozoso de alabar a Dios en medio de su pueblo. Sigo como tú, siendo un currante en la casa de Dios, con todas mis limitaciones y dando gracias al Señor. Con cariño, Elías

    ResponderEliminar