jueves, 1 de agosto de 2013

CARMEN PEÑALVER - GRANDES MUJERES DE DIOS QUE HAN MARCADO MI VIDA

Conocí a la hermana Carmen Peñalver el mismo día que enterramos a Rebeca. Fue un domingo por la mañana. Yo no pude ir al funeral porque todavía estaba ingresada, a causa de una septicemia que cogí por tener la placenta dentro 10 días. Mi madre se quedó conmigo en el hospital (las madres nunca te quieren dejar sola). Estaba allí, tumbada en la cama, siguiendo mentalmente cada paso del entierro, cuando se abrió la puerta de la habitación enérgicamente!. Eran dos mujeres. Venían con sus biblias en las manos, y un puñadito de folletos para invitarnos a bajar al culto dominical que tenía lugar en el hospital. La hermana Carmen Peñalver iba todos los domingos a predicar el Evangelio por las habitaciones del hospital, y a invitar a los enfermos a bajar al culto. Cuando me vió en el estado que estaba (todos los capilares de mi piel habían reventado, y tenía la cara hinchada), me preguntó qué me había pasado. Cuando vi que era creyente me emocioné muchísimo!. Le dijimos que nosotras también éramos hijas de Dios, y le explicamos lo sucedido. De repente estalló en llantos! Tanto lloraba que yo no sabía cómo consolarla. Me explicó que ella había perdido también a una hijita recién nacida. Charlamos un rato... y nuestros corazones quedaron unidos para siempre...

Había sufrido mucho. Tenía un carácter enérgico y vital! Era una guerrera, una valiente, una luchadora, y, como dice una amiga mía que también la quería mucho... UNA PREDICADORA INCANSABLE!!! Amaba a Dios con locura (bueno, en realidad, "ama a Dios con locura" porque está viva, y ahora ya está con Él!), y hablaba de Dios con todos, en todas partes y a todas horas!!! En la residencia, donde ha pasado su última etapa en esta tierra, también testificaba a los demás internos y enfermeras.

Un recuerdo?!... Todos los domingos que habían florecido rosas en su jardín, las traía para la mesa de la Santa Cena. Eran esas rosas enormes, aterciopeladas, que desprendía un perfume intenso y maravilloso!!!!

Y hoy quiero dar gracias a Dios (de hecho, ya se las he dado!) por mujeres como Carmen Peñalver, cuyo ejemplo quiero seguir. Y recordar el texto de Apocalipsis 14:13,

"Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen."

"Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; Él nos guiará aún más allá de la muerte." (Salmo 48:14)

"Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos." (Salmo 116:15)


HASTA QUE NOS VEAMOS EN EL CIELO!!!


Estas fotos son de la última vez que fuimos a verla, y a llevarle la Santa Cena :´)




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